
Quien parte de un lugar nunca lo hace sólo en un sentido físico, sino también lo hace desde una perspectiva interior. Pero, la lejanía a la que lo conduce su partida, no está determinada más que por su retorno. Muchos pueden emprender un viaje en un sentido físico, pero pocos son los que retornan verdaderamente, en una vivencia integral, si no es a través de la sabiduría del regreso.